Lo imposible cuesta un poco más,
derrotado quien no puede soñar,
quien no mueve una mano,
Así dijó El Pepe, el hombre sabio.

Hubo grandes dinastías
en ciudades de esplendor,
pero debieron abandonar
y sus reinos se hundieron.

En el verde de la jungla
hay máscaras de turquesas,
hay ruinas y pedazos
y acertijos abiertos.

Pero las infinitas almas
de jerarquías inferiores
que crearon este esplendor,
no se perdieron en la noche.

Los que echaron una mano
susurran sueños a los niños
con la brisa de la tarde,
y todo cuesta, entonces, un poquito menos.

Revisado por mi amiga Puri Gutiérrez