Como Dios expusó
Adán y Eva del paraíso
despues de la caida,
jugaron fútbol con la tierra.

Cada juego termina una vez
y todos los jugadores se van a casa.
Aunque su hogar no se llama Edén,
allí hace bastante calor para todos.

(siehe: Nach dem Sündenfall)

"Ha llegado la primavera,
¡Mira el verde joven!"
"Solo veo que por tierras desérticas
Se marcharán los ejércitos grises."

"No ves las violetas que florecen
Delicadas al borde del bosque?"
"No, veo los hongos nucleares
Crecendo en la tierra quemada."

"¿No oyes el murmullo del arroyo
Fresco y brillante como la plata?"
"No, debo escuchar a las tormentas
Y al ladrido del cancerbero."

"¿No oyes el canto de la alondra
A lo lejos sobre valles y montañas?"
"Oí el lamento de un pájaro,
Era el ruiseñor y no la alondra."

(siehe: Vorösterlicher Spaziergang)

Pececito en el fondo del mar,
Nadando tan alegremente tu ronda,
Hasta que llegó el pesca de arrastre.
Miedo a la muerte en tus ojos,
La sangre corre por tu espalda.
Siento una profunda vergüenza.

Langosta, encerrada en la tienda,
Podrás bañarte por última vez,
Entonces te vas de viaje al infierno.
Por ansiosas horas interminables,
Las tijeras están atadas a ti,
Al final, te cocinarán hasta morir.

Gaviota blanca, no vuelvas a volar
Todo tu plumaje está pegado,
El amargo final es inminente.
Las aguas están contaminadas,
Y tantos ya han muerto
El muerte de la marea negra.

Ballenas, focas y delfines,
Pingüinos y águilas marinas,
Tiburones, ostras, caballitos de mar,
Todos los animales de estos mares
Merecen protección y honor
En lugar de la tiranía humana.

(siehe: Alle Tiere dieser Meere)

Petróleo, hermosísima reina del desierto,
engendrado en tiempos antiguos y legendarios.
Tú, la oscura Venus, una vez te lavantaste del mar,
tan grácil y poderosa como la serpiente,
resplandeciendo negra y dorada bajo el ardiente sol.

Eras tan grande, tan poderosa y tan noble,
que se apresuraron a conquistarte.
Los guerreros vienieron y tomaron tu honor,
los ladrones robaron todos tus tesoros,
los captores te llevaron al mercado como esclava.

Estás tan cansada, torpes son tus pasos,
tu cabello es ralo, tu respiración corta y dolorosa,
estás muy delgada, solo piel y huesos.
Pronto te encontraron, tus perseguidores,
agotada, seca, perecida en el arena del desierto.