Petróleo, hermosísima reina del desierto,
engendrado en tiempos antiguos y legendarios.
Tú, la oscura Venus, una vez te lavantaste del mar,
tan grácil y poderosa como la serpiente,
resplandeciendo negra y dorada bajo el ardiente sol.

Eras tan grande, tan poderosa y tan noble,
que se apresuraron a conquistarte.
Los guerreros vienieron y tomaron tu honor,
los ladrones robaron todos tus tesoros,
los captores te llevaron al mercado como esclava.

Estás tan cansada, torpes son tus pasos,
tu cabello es ralo, tu respiración corta y dolorosa,
estás muy delgada, solo piel y huesos.
Pronto te encontraron, tus perseguidores,
agotada, seca, perecida en el arena del desierto.